Tal vez
Tal vez no entrelazamos bien los dedos.
Quizá faltaba la muerte en el anzuelo.
Tal vez naufragué en el negro mar de tus pupilas.
Quizás olvidaste que hay amaneceres sin ocaso...
... y atardaceres que matan a las lilas.
Tal vez arrinconaste hasta tu credo...
...por dormir sin ataduras a cielo raso.
Quizá un birlibirloque me dejó sin suelo....
...para apurar la vigilia en la capilla.
Tal vez se apagó la llama de la vela...
...el pábilo humeante no alumbraba.
Quizá no era rubor el fuego en tu mejilla.
Quizás olvidé a qué huele la canela....
...el aroma del hastío lo tapaba.
Tal vez un día negro siguió a una noche oscura.
Quizás se ahogaron los silencios. La locura.
Tal vez hasta los gritos se callaron con voz hueca.
Y la sonrisa se convirtió en mueca.
Y la vida se mudó en tortura.
Las dudas son muchas veces fuente de sufrimiento, y éste junto con el amor la mayor fuente de composiciones poéticas. Todo ello se reúne aquí, Fernando en tu poema que, te puedo asegurar, deja un fuerte sabor después de leerlo.
ResponderEliminarduro, pero hermoso porque consigue transmitir sentimientos, fin último de todo poema que se precie. Si tienes más, por favor no lo dudes. Aunque te has puesto el listón muy alto.