Seis caras negras, seis, tiene tu dado,
sino que te regala amaneceres
sino que te hurta horas y deberes,
en martillo y piedra el lápiz trocado.
Todavía tienes tú que crecer,
todavía no has desayunado
todavía el Sol no ha saludado
y negro sigue así tu amanecer.
Piedra, martillo y fuego tus placeres
niño al fin, saboreas cada bocado
que arrancas a la roca... ¡Las mujeres
madres tuyas, lloran llanto callado!
mientras, humanos y lejanos seres
para seguir, miramos a otro lado.
R.
Tienes razón, cuando se permite estas cosas, nos duelen en el alma nuestros hijos, como si les fuese a suceder, y es algo muy doloroso,,miramos a otro lado, pues lo seguimos consintiendo,,,saludos, Pilar
ResponderEliminarEsto se lo debemos a todos esos empresarios y particulares que se ocupan de su capital a buen recaudo en paraísos fiscales y de gobiernos del mundo que se lo permiten, vamos a incluir a las iglesias cristianas que no está ajena a la realidad pero nos dan lecciones todos estos que digo de paciencia, de amor cristiano y de esperanza. ¡Ellos que están cubiertos de todo y nada les falta! Cuando se bajen de su lugar de privilegio tantos canallas y sepan ser humildes, se unan en favor de la justicia y vivan con un mínimo necesario y honradamente creeremos que todos los métodos de explotación humana se han terminado. Por desgracia por ahora nos explotan la pasividad y ellos se sienten cubiertos y libres de ningún mal que les afecte. En suma: son excelentes personas y esos pobres explotados son los que necesitan que estén allí porque sin ellos en esa situación su bolsillo no crecería ni el poder que sustenta sus seguridad. Porque entre ellos se lo guisan y se lo comen.
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