Poema dedicado a mi amiga Concha, que se lamenta a veces de la amargura de otras composiciones de este blog.
Foto del autor tomada en Agosto 2011 al pie de la batería de San Ramón
Encumbrado en la esbelta roca
que araña del Sol su amarillo
y se maquilla de viento y olas
te canto, ¡oh, vida!
....
La doble nota del mar
destila tu nombre,
me rebosa los labios
para teñirse de cielo.
Pronuncio tus sílabas
dos
¡que dos es todo!
y yo
en olvido de profecías
vivo
en recuerdo de poemas;
buscando el verso aquel
que te contenga, vida
se me olvida el morir.
…
Sin principio ni fin,
con ojos grandes de niño pequeño
te veo hoy, redonda
y así te amo
con pálpito ansioso de adolescente.
Sereno te transito
y clasifico
en caóticas coordenadas
de ingeniero:
hermosa, carnosa
sabrosa, olorosa vida
y estruendosa
gritas
que nunca está todo dicho
que siempre todo se agita.
R.