Un residuo de cenizas
esta angustia que lo destiñe todo
un ámbar que inmoviliza los músculos
la acequia en que me inspiro
la mielina que se atrasa
la lágrima que empapa
el pecho deshuesado
aniquilada por la soledad de los versos
el combate de Eros
el milagro de la tristeza
la diadema de tunas
la prolijidad de la muerte
................
Sólo espero el ave
el que renace
que recicle este depósito de nada
que ayude a entender por qué la muerte
se empecina
con tanta madrugada...
Ludmila
Quiero agradecer a Lumila, la autora que me haya permitido enriquecer este blog con su poema, me parece magnífico y me alegro de poderlo leer en este blog muchas veces.
ResponderEliminarLa que agradece soy yo por tu deferencia...mis saludos. Es un gran honor.
ResponderEliminarHola bello poema gracias por compartir, me dio mucho gusto disfrutarlo.
ResponderEliminarsaludos.
Realmente precioso. Cargado de bellas imágenes. El ritmo y la musicalidad son fantásticos. Enhorabuena.
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