Ahora algo puede contarse, aunque algunos detalles deben quedar al margen para proteger a los inocentes.
Dibujo del autor en tinta sobre papel (2006)
Cuentas, memoria mía, ya con años
los que más no tengo, los del pasado;
tú, sabia, embalsamas el pecado,
decoras amores y desengaños,
como voces pintas lo que son ecos
someros reflejos trocas en luces
no sé si me engañas o me seduces
¡Ah, lujuria de aquellos besos secos!
Por más que sea sincero el olvido
prefiero caer contigo en incesto
sobre el dulce dolor de lo vivido
incierto lecho en el que me acuesto
contigo para escuchar tu latido
que habla del ayer y calla el resto.
R.
me ha encantado este poema. Me atrapa ese verso de: no sé si me engañas o me seduces...
ResponderEliminarEncantada de haber pasado por aquí.
Muchas gracias, Yolanda. Es un placer siempre recibir elogios, pero viniendo de alguien tan ligada como tu a la creatividad en tantas facetas, mucho más.
ResponderEliminarUn saludo y espero que vuelvas alguna vez por aquí.
Ay nuestra memoria!! Muchas veces nos engaña, no nos deja ver la realidad de lo que fue el pasado. Precioso poema. Un placer visitar tu blog. Un saludo
ResponderEliminarVuelve, Lembranza, cuando quieras. Será un placer leer tus comentarios o contribuciones propias tuyas. Muchas gracias por visitar y leer "Abierto hasta el amanecer"
ResponderEliminarEs una belleza este poema, mis cariños.
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