Foto del autor en Rodalquilar (2007) R.
En esa hora que no es hora
me despido de la noche;
van a tener lugar, al fin
cielo, tierra y mar.
Canta el gallo
en punto la aurora,
hacia ella arrastra el poniente,
en notas broncas,
enredadas mis miradas
y las voces de aquellos árboles
viejos ya de vendavales.
Con esta luz son veleros varados
que a duras penas retienen
sus caprichosos aparejos,
se desgañitan en vano
en una lengua que no entendemos.
Con esta luz son veleros varados
que a duras penas retienen
sus caprichosos aparejos,
se desgañitan en vano
en una lengua que no entendemos.
Como una suerte de agua ausente
discurre, valle arriba, la vida
se aposentan los colores
que la noche olvida
y, en presagio de derroche,
el primer rayo
de sangre y espigas,
alcanza mis pupilas
como me alcanzó el amor
antes, cuando te miraba
mientras dormías,
mientras soñaba.
mientras soñaba.
R.
(... quiero aprender a transitar
las infinitas bifurcaciones
de tus inasibles sueños)
(... quiero aprender a transitar
las infinitas bifurcaciones
de tus inasibles sueños)
¡Cómo me gustan estos amaneceres escritos y vividos! Yo ya disfruto del transitar por el proceso mágico e inasible de la creación de tu arte.
ResponderEliminarDeslumbrante poema Umbriel!!!
ResponderEliminarCuando tus versos trazan con puntualidad el primer respiro del día y se baña el alma con su luz...
Una magnífica puesta en escena excelentemente plasmada, que deja al lector prendado y sumergido en la imagen que abraza con toda su inmensidad este bello versal...
Recibe mi abrazo y admiración por este pergamino maravilloso que nos compartes..
Estrellas a tu cielo poeta!!!
Camelia