Arrepentido y llorando
Atrapado en tantos miedos
Sin saber hasta cuando
Te me escapas entre los dedos
Sin dolor y sin quebranto
Dejé mi alma en tus manos
Una vela en la noche oscura
Cuna del odio, lecho del llanto
Ansias tristes, deseos vanos
Un beso sin amor y sin ternura
Miente quien se emboza en su manto
Miente el tinte en tus cabellos canos
Miente quien mintiendo jura.
La ilusión de su perdido encanto
Los atajos del camino
A través de los espejos
Pasadizos de un palacio
Hay que andar despacio
Si se quiere llegar lejos
A donde quiera el destino
Un gas letal que no huele
Un cuchillo de plata
La verdad duele
pero la mentira mata.
Grande! esa imagen de la mentira como un insidioso gas que sin darte señales, te mata es un digno colofón para este desgarrado poema. Gracias por compartirlo en este blog. Lo malo es que te pediremos más... y no te podrás negar.
ResponderEliminar... Y cuantos asesinados hay !!
ResponderEliminarCon-fusión
La mentira es letal, nada destruye tanto como descubrirla y darnos cuenta que hemos sido blanco de ella.
ResponderEliminarMuy sentido poema!
Abrazos alados, Umbriel.
Un poema desgarrador y con unas connotaciones duras.
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus