Ansel Adams
I
Aún no eres mas yo te presiento
Aún no eres mas yo te presiento
me estás naciendo, otoño,
a destiempo;
ya me hiere desde dentro
tu pasado de calores
que sólo calienta sueños.
Puñal de añoranza, dulce y amargo
hoy me esfuerzo en olvidar tu hoja
mas no escapo,
sucumbo a tus asaltos
más si más escuchar quiero
el pálpito urgente del ahora,
las notas puras del puro presente;
más si más evitar quiero
las equívocas esquinas
de ambigua simetría
que fabrica la memoria,
pues quien añora, marchita la voz
y reverdece el eco...
II
¡Quiero vivir el ahora
pero es tan fugaz el momento
y es el ayer tan lento,
tan breve la ola
aun siendo el océano inmenso!
¿Cómo escapar de ese vértigo?
¿Cómo no mirar atrás?
A cada paso que doy
se abre a mi espalda un abismo
que devora encrucijadas
de lo que pudo haber sido;
con ello forjas tú, tu hoja de doble filo
y a despecho de razones,
contra todos mis deseos,
me ganas esta partida
aún sin haber nacido.
III
Eres, maldito o no, tiempo de recuento:
actos, palabras y pensamientos,
embalsamados pecados
errantes despechos,
el amor de mi mujer, sus manos,
abrazar a pie firme a mi hijo,
besar en la frente a mis padres
al lado de mis hermanos.
¡Ah, si en las cortas letras
de la palabra amigo
quedase mi nombre grabado!
...debo acallar la razón
y atender los sentimientos.
R.
A destiempo se va por todos lados
ResponderEliminarcon el tiempo pegado a los jarretes
y los años poniendo sus birretes
al amor de destiempos sin pecados.
me ha encanto y el final más tal como lo resumes.
Mi abrazo.
Elisa
Elisa, qué bello comentario el tuyo. Es un lujo enorme conservarlo y saber, además que has leído esta composición con la profundidad que demuestran esas palabras. Me has hecho un gran bien. Muchas gracias.
ResponderEliminarCómo te entiendo, yo que soy la reina de los destiempos:
ResponderEliminarEs mi sino fatal, mi desespero:
sale mi tren y llego con retraso,
mi caballo no encuentra abrevadero.
Consciente de que tengo renco el paso
temo que no he de hallar abrigadero
contra el viento feroz de mi fracaso.
(12-3-07)
Un ejemplo de lo que digo: siempre llego a destiempo.
Un besote,
Cómo te entiendo, yo, que soy la reina de los destiempos:
ResponderEliminarEs mi sino fatal, mi desespero:
sale mi tren y llego con retraso,
mi caballo no encuentra abrevadero.
Consciente de que tengo renco el paso
temo que no he de hallar abrigadero
contra el viento feroz de mi fracaso.
(12-3-07)
Esto es un ejemplo de lo que te digo... y sigo igual ;-)
Me gustó.
Un besazo,